No sé como empezar, pero creo que lo más correcto seria empezar por aquella noche, me acuerdo como si fuese ayer esa charla con amigas que tuve; me acuerdo con claridad cada tema que surgió. Como siempre el tema “chicos” no podía faltar, entre dialogo y dialogo la conversación se fue más allá, pasamos a un tema al cual a algunos nos ponía incómodos en ese entonces… al tema “virginidad”. Todas contaron su primera vez, me acuerdo que éramos nueve chicas, entre ellas yo era la única que todavía no había debutado aún. En ese momento parecía que estaba en la mirada de todas, como si fuese algo malo, parecía como si fuese de otro mundo, o con el correr de los días me empecé a sentir “excluida”.
Pasaron los días, semanas, y me seguía sintiendo apartada, como que no “estaba a la moda” como ellas, hasta que un día de esos, Caro (una de las tantas de ese grupo) me invito a su fiesta que se haría ese mismo sábado.
Llego el dia, estaba todo listo, en orden. Vestido, peinado, zapatos, maquillaje, todo mas que perfecto, hasta que veo que Carolina se me acerca, pero no sola, acompañada con un chico y no de cualquiera, venia con Bruno, chico que me encantaba desde hace tiempo ya, con 5 años de diferencia a los mios. Ella nos presento, en eso me dejo un vaso con un trago desconocido para mi y se fue guiñándome el ojo. En esos momentos no me importo mas nada, parecía mas que perfecta esa noche, un sueño ¿qué mas podía pedir? En eso Bruno me agarra de la mano, me llevo para una de esas habitaciones enormes, me acuerdo muy bien que estábamos hablando en el balcón que había ahí, yo mucho mas que emocionada. En eso Bruno me insiste a tomar lo que tenia en la mano, le dije que no bebía, pero él insistió hasta que sedí, después de eso… no recuerdo mas nada. Recién cuando desperté me di cuenta lo que había pasado, ¿se dan cuenta de lo que sucedió no? Tirada en una cama, en ropa interior, sabanas con sangre; sí, ahora sí estaba “a la moda”. Le conté a Caro, ella me felicito y me dijo “bienvenida al gripo” menos que eso no podía esperar.
Pasaron los meses, mi mamá preocupada me llevo al medico porque estaba con vómitos y mareos, pensé que iba a ser algo no tan grave, algo normal, pero nunca imaginé que ese mismo dia enfrente de mi mamá me iban a dar la noticia de mi embarazo. Nunca me voy a olvidar esa mirada, la de mi mamá, esa mirada como que me desconocía, de desilusionada de mi misma.
Al otro dia de lo sucedido fui a lo de Caro para saber donde estaba Bruno, para que por lo menos estuviera informado de lo que pasó; ella me conto que al otro dia de su cumpleaños ya no estaba mas en el país, que se había mudado con su familia a Nueva York. En esos momento sentí que el mundo se me venia abajo.
Hoy con mis 26 años tengo la fortaleza de acordarme y contar todo esto, y pienso que si volviera el tiempo atrás cambiaria unas cuantas cosas, empezando por el grupo ese de chicas al cual yo le decía “grupo de amigas”. Hubiese tenido mi primera vez con la persona que yo amaba y que él sintiera lo mismo. Alguien con el que iba a estar toda mi vida o gran parte de vida. Si volviera a tener 16 años hubiese hecho todo tan distinto, hubiese hecho “de la mia” y no la de los demás, hubiese preferido “no estar a la moda” para caerles bien hasta ese entonces y tener un poco mas de cabeza, un poco mas de cerebro.
Es difícil con 16 años en plena adolescencia saber que te convertís en padre y como para lidiar que contrajiste VIH. Hoy mi vida es él, con sus 9 años casi 10, Teo mi hijo, es mi única vida, mi única esperanza de vivir. Gracias a él hoy estoy aca. Y a ustedes les digo, no dejen que otros quieran vivir su vida, no sientan que a todos les tiene que agradar lo que hacen, no sientan vergüenza de lo que son. Después de todo es TU vida, ustedes deciden si vivirla, disfrutarla paso a paso, o pasar de un rol a otro como es mi caso y vivirlo todo de un golpe sin disfrutar que duele alma y corazón
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